Algunas Mañanas ☕
Una mañana del 2012 en Mérida...
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Algunas mañanas se pintan solas en una autarquía de colores brillantes y sublimes. El viento se arroja desde los horizontes lejanos e ignotos; desde las esquinas corre rápido y silencioso, movilizando las hojas de los árboles en un himno acompasado por las ramas.
Arriba hay un espectáculo igual de sublime, orquestado por el sol y las nubes que acaba sutilmente dejando caer millares de haces de luz a este bello parque, y los globos de helio ataviados de nuevos brillos recobran el ímpetu entre sus espectadores encantados: los niños. Y aquellos olvidados artistas de la madera, algunas mañanas renacen creadores mientras sus manos recuerdan una faena liberadora que perpetúa símbolos con múltiples significados preciosos. De sus creaciones nos hacemos dueños con algunas monedas y un par de sonrisas.
Arriba hay un espectáculo igual de sublime, orquestado por el sol y las nubes que acaba sutilmente dejando caer millares de haces de luz a este bello parque, y los globos de helio ataviados de nuevos brillos recobran el ímpetu entre sus espectadores encantados: los niños. Y aquellos olvidados artistas de la madera, algunas mañanas renacen creadores mientras sus manos recuerdan una faena liberadora que perpetúa símbolos con múltiples significados preciosos. De sus creaciones nos hacemos dueños con algunas monedas y un par de sonrisas.
... Algunas mañanas se reúnen los hombres, mujeres y niños, y se sientan a disfrutar del inicio de los días estivales.
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